Lactancia materna: Beneficios y recomendaciones

lactancia materna
Imagen por Daria Rudyk en Unsplash

La leche materna es el mejor alimento para la mayoría de los bebés. Contiene todos los nutrimentos que un bebé necesita para un crecimiento y desarrollo sanos durante los seis primeros meses de vida.

Además, una vez nacido, el  recibir la leche de su madre le da al bebé lo más parecido a la seguridad que sentía en el vientre materno, pues le permite sentir el calor de su piel, escuchar los latidos de su corazón, y escuchar el timbre de su voz.

El amamantamiento tiene muchos beneficios para el bebé, puesto que la leche materna es rica en nutrimentos, ayuda a proteger al bebé contra  infecciones y  ayuda a prevenir  alergias; pero además, la lactancia también tiene beneficios para la madre.

 Beneficios de la lactancia para el bebé

  1. Proporciona la cantidad ideal de proteínas, azúcar, grasa y  vitaminas que un bebé necesita para un crecimiento y desarrollo saludables.
  2. La leche materna se modifica conforme el bebé crece y le proporciona la cantidad justa de nutrimentos que necesita en cada etapa del desarrollo.
  3. Lo protege de infecciones, pues contiene anticuerpos. Los bebés alimentados con leche materna son menos propensos a padecer infecciones respiratorias, gastrointestinales, urinarias, de oídos y meningitis.
  4. Disminuye la frecuencia y severidad de los cólicos, pues es más fácil de digerir que la leche de fórmula.
  5. Disminuye el riesgo de alergias, puesto que las fórmulas lácteas, al estar elaboradas a base de leche de vaca son más alergénicas.
  6. Disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas en la edad adulta como obesidad, elevación de colesterol en sangre, cáncer y diabetes.
  7. La leche materna  contiene ácidos grasos que promueven el desarrollo cerebral. Es probable que los niños amamantados tengan puntajes más altos en evaluaciones cognitivas.
  8. Aporta beneficios emocionales  por el vínculo especial que se desarrolla entre madre e hijo, la depresión postparto es menos frecuente, y si se presenta es menos severa. Las hormonas relacionadas con la lactancia proporcionan a la madre una mayor sensación de tranquilidad.
  9. La leche materna tiene menos probabilidades de desarrollar caries en la dentadura del bebé cuando esta comience a crecer.

Beneficios de la lactancia para la mamá

  1. Acelera la recuperación después del parto, puesto que se produce oxitocina, una hormona que ayuda al útero a regresar a su tamaño y forma original después del parto, además reduce el sangrado postparto.
  2. Retrasa la aparición de los períodos menstruales  y la ovulación después del parto, por lo tanto disminuye las probabilidades de un nuevo embarazo.
  3. Facilita la recuperación del peso que se tenía antes del embarazo, puesto que se consumen muchas calorías.
  4. Puede disminuir el riesgo de cáncer de mama y cáncer de ovario.
  5. Es más práctica, dado que no  se necesita lavar biberones o mezclar leche de fórmula y calentarla.  Está lista en todo momento.
  6. Se reducen los gastos en comparación con la alimentación con fórmula para bebés.
  7. El vínculo afectivo que se desarrolla durante el amamantamiento no solo beneficia al bebé, sino también a la madre.

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 Cuánto tiempo debe prolongarse la lactancia

Es recomendable que durante los primeros 6 meses de vida el bebé sea alimentado exclusivamente con leche materna. A partir de esa edad, y hasta el año de edad,  la lactancia debe mantenerse, pero complementarse con otros alimentos que se irán introduciendo gradualmente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantenerla hasta los dos años de edad.

 Recomendaciones para una lactancia satisfactoria

  • Ten confianza en que la leche materna es todo lo que tu bebé requiere para estar bien nutrido durante los primeros 6 meses de vida.
  • Confía también en tu propia capacidad para establecer una lactancia exitosa. Prácticamente todas las mujeres son capaces de alimentar a sus bebés con lactancia exclusiva.  Si requieres información adicional solicítala oportunamente con un profesional de salud de tu confianza.
  • Procura comenzar a amamantar a tu bebé tan pronto como sea posible después de su nacimiento. Mientras está en el hospital pide que tu bebé permanezca contigo el mayor tiempo posible.  Las 24 horas del día si es posible.
  • Alimenta a tu bebé cuantas veces él o ella lo desee. Esto puede ser de ocho a 12 veces al día o más. La frecuencia con que tu bebé quiera comer al día puede cambiar con el tiempo a medida que el bebé pasa por fases aceleradas de crecimiento. La succión es lo que estimula la producción de leche, por lo tanto la energía y la frecuencia con la que tu bebé succione, junto con tu disposición para el amamantamiento, determinarán la efectividad de la lactancia. En los primeros días después del parto, de 7 a 10 tetadas suelen ser suficientes para una estimulación hormonal suficiente.
  • Evita dar tomas de fórmula u otros líquidos al bebé, puesto que esto disminuiría la cantidad de leche que succionará y por lo tanto, se afectaría su producción.
  • Procura amamantar de ambos senos a tu bebé en cada toma. Podría tardar de 15 a 20  minutos de cada lado. En cada toma comienza con el seno con el que terminó en la tetada anterior. Marca con un pequeño listón atado en tu ropa interior el seno con el que deberás empezar la siguiente toma si consideras que podrías olvidarlo.
  • Al amamantar verifica que ambos labios del bebé  estén hacia afuera y cubran prácticamente toda la areola (parte oscura alrededor del pezón).
  • Busca una posición cómoda para ambos. Tu bebé no debe forzar su cuello por tener que voltear la cabeza.
  • Evita fumar y tomar bebidas alcohólicas o con cafeína, puesto que además de pasar sustancias nocivas a tu bebé, podrían disminuir la producción de leche.
  • Bebe abundantes líquidos y aliméntate bien.

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 Recomendaciones para evitar las grietas en los pezones

  • Asegúrate de que tu bebé tome apropiadamente el pezón y de que cubre toda la areola con su boca.
  • Antes de cambiar al bebé de un seno u otro, o si necesitas retirarlo momentáneamente cuando aún está succionando, introduce la punta de un dedo por un lado de la boca del bebé hacia su encía para que deje de hacer presión antes de que lo retires.
  • Permite que tus pezones se sequen perfectamente al aire después de cada toma antes de cubrirlos. Si es necesario puedes lubricarlos con unas gotas de tu propia leche o de aceite vegetal.
  • Lava diariamente tus pezones con agua tibia, sin jabón y no uses cremas o lociones.
  • Evita usar ropa interior o protectores para lactancia con cubiertas plásticas.
  • Si tu bebé succiona con demasiada energía en las primeras “chupadas” hasta que siente la “bajada de la leche”, intenta extraer tú misma un poco de leche y empieza con el bebé hasta que la leche está bajando adecuadamente.
  • Si al terminar la toma sientes los pezones adoloridos puedes frotarlos con hielo para aliviar la molestia. Después aplica aceite vegetal.
  • Si tienes los pezones muy enrojecidos, tus senos se sienten muy duros y doloridos o tienes fiebre consulta a tu médico.

 Recomendaciones para la alimentación de la madre durante la lactancia 

  • Las mujeres lactando requieren alrededor de 500 calorías adicionales a su requerimiento habitual, esto es aún más que lo que requerían durante el embarazo. Si la dieta está bien balanceada, con estas calorías adicionales se cubrirán también los requerimientos adicionales de proteína y otros nutrimentos.
  • Consume al menos una porción adicional de leche o yogurt para cubrir tu requerimiento de calcio. Si no consumes lácteos habitualmente, coméntalo con tu médico para que valore si es necesario darte un suplemento de calcio.
  • Agrega también una porción adicional de algún alimento rico en proteínas como carne, pollo o queso.
  • Consume abundantes frutas, verduras y cereales integrales.
  • No seas demasiado indulgente contigo misma. Aunque no es momento de “ponerse a dieta” un exceso de alimentos ricos en grasa o azúcar podría hacer que consumas más calorías de las que en realidad estás gastando.
  • Bebe abundantes líquidos, pero evita los que contengan cafeína, alcohol o azúcar en exceso.
  • Si hay antecedentes de alergia en tu familia evita comer durante la lactancia alimentos alergénicos como nueces y cacahuates para evitar posibles alergias y enfermedades respiratorias como el asma en tu bebé.

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 Recomendaciones para madres que trabajan

  • Aprovecha las semanas que dura tu incapacidad para establecer un buen patrón de lactancia evitando dar tomas de fórmula a tu bebé.
  • Demora lo más posible tu regreso al trabajo.
  • Acorta tu jornada de trabajo si es posible.
  • Aprende a extraerte la leche manualmente o con un tiraleche para que alguien más se la dé a tu bebé cuando te ausentes.
  • Extrae un poco de leche después de cada toma de tu bebé o temprano por la mañana y almacénela en el refrigerador en botellas debidamente esterilizadas.
  • Lleva contigo un tiraleche, biberones estériles y una hielera portátil para que te extraigas la leche a las horas en que deberías amamantar a tu bebé y puedas guardarla para después.
  • Aprovecha las primeras tomas de la mañana o las tomas nocturnas para amamantar a tu bebé.
  • Guarda en cada botella solo la cantidad de leche que el bebé toma en una comida.
  • Etiqueta con la fecha de extracción todas las botellas de leche que guardes en el refrigerador.
  • Desecha la leche que no uses en 24 horas después de su extracción si está en refrigeración (4 a 6 horas según el clima si no puedes refrigerarla).
  • Antes de dar la leche almacenada al bebé deberá entibiarse  a baño maría.

Contraindicaciones para la lactancia

 La gran mayoría de las madres puede amamantar a sus bebés sin riesgos para ella o para el bebé, sin embargo existen algunas contraindicaciones para la lactancia:

    • Que la madre sea portadora de VIH.
    • Que la madre  tenga tuberculosis activa o hepatitis B.
    • Que el bebé padezca galactosemia, enfermedad metabólica rara que impide que la lactosa (azúcar de la leche) pueda ser procesada.

En la mayoría de los casos, el consumo de medicamentos por parte de la madre no impide que pueda amamantar a su bebé; sin embargo, siempre deberás consultar a tu médico si requieres tomar algún fármaco de manera permanente. Existen unos pocos medicamentos que podrían poner en riesgo la salud del bebé, por lo que deberás consultar la posibilidad de suspenderlo temporalmente o de cambiarlo por algún otro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Autor: Mariana Alvarez Aceves

Nutrióloga, docente, asesora nutricional en línea. Amante de la docencia, la investigación y la nutrición basada en la evidencia.

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