Cómo cuidar el tamaño de las porciones

El tamaño de una porción de alimento es la cantidad que una persona come o bebe en un momento determinado.

Si el tamaño de las porciones que una persona come habitualmente no coincide con el tamaño recomendado para sus necesidades pueden aparecer los excesos o deficiencias de energía y nutrimentos.

Cuando durante una consulta muestro a mis pacientes algunos modelos de alimentos con tamaños de porción estandarizados, me doy cuenta de que con mucha frecuencia los tamaños de porción que ellos acostumbran comer son mucho mayores.

El tamaño de nuestros platos crece y crece. En el supermercado encontramos una gran variedad de productos en empaques “individuales” de gran tamaño y por si fuera poco, nos enganchan con promociones del tipo de “25% más gratis”.

Y ni hablar de las porciones servidas en muchos de los restaurantes de moda o establecimientos de comida rápida….. parece que vivimos en la era del “mega size”.

Además, mientras más grandes son las porciones que se sirven o comercializan estas parecen ser mejor recibidas. Tal parece que no nos importa ser obligados a pagar por enormes cantidades de comida que en realidad no necesitamos.

Una de las características de la dieta recomendable nos dice que la dieta debe ser suficiente. Esto significa que no debe faltar ni sobrar. Así que para cumplir con ella es importante ser más conscientes de los tamaños de porción de alimentos que estamos comiendo. Para muchas personas con sobrepeso reducir el tamaño de las porciones de alimentos y bebidas que consumen puede ser suficiente para favorecer una pérdida de peso sostenida.

Ejemplos de tamaños de porción recomendables

Aunque los tamaños de porción que cada persona necesita pueden variar de acuerdo con su edad, sexo, actividad y condición de salud, algunos ejemplos de tamaños de porción recomendables para la mayoría de las personas son:

  • Una porción de carne es equivalente a la palma de la mano.
  • Una porción de arroz o pasta es equivalente al tamaño de un puño cerrado.
  • Una porción de cereal sin leche es similar al tamaño de una pelota de beisbol.
  • Una porción de fruta es similar a la cantidad que cabe en una mano abierta.
  • Una porción de verdura razonable es lo que cabe en tus dos manos abiertas juntas.
  • Una porción de 30 g de queso es del tamaño de un dedo pulgar.
  • Un vaso o taza promedio es equivalente a 240 ml.

Recomendaciones para reducir el tamaño de tus porciones

Si crees que las porciones que estás comiendo son demasiado grandes aquí te doy algunos tips para que comiences a reducirlos:

  • Sírvete en platos, vasos y tazas pequeños.
  • No comas las botanas, galletas, cereales y otros alimentos directamente del paquete. Sírvete una porción pequeña y guarda el resto lejos de tu vista.
  • Lee en las etiquetas de información nutrimental de qué tamaño es la porción de ese alimento. Con frecuencia el tamaño de porción no es igual al contenido del paquete aún cuando aparentemente sea una presentación individual. Si es necesario divide los paquetes en varias partes y almacénalos ya divididos.
  • A la hora de comer, evita llevar los recipientes en que preparas o almacenas tus platillos a la mesa. Sírvete en la cocina una porción razonable y deja el resto lejos de tu alcance. Es más, cuando termines de servir guarda lo que haya sobrado en un recipiente tapado dentro del refrigerador antes de que sientas la tentación de levantarte y servirte más.
  • Evita comer viendo el televisor, leyendo o haciendo otras actividades que te distraigan.
  • Come pequeños refrigerios bajos en calorías y ricos en fibra entre las comidas principales para que no llegues a ellas con demasiada hambre. Las frutas y verduras son ideales.
  • Empieza tus comidas con platillos que te llenen y sean muy bajos en calorías como sopas caldosas a base de verduras o ensaladas.
  • Cuando comas en restaurantes pide el tamaño pequeño, pide una entrada en lugar de un plato fuerte, pide que te sirvan media porción o comparte tu platillo con alguien más.
  • Para de comer antes de sentirte completamente satisfecho.
  • Bebe un vaso de agua natural antes de empezar a comer.
  • Come lentamente masticando bien y saboreando cada bocado.

Autor: Mariana Alvarez Aceves

Nutrióloga, docente, asesora nutricional en línea. Amante de la docencia, la investigación y la nutrición basada en la evidencia.

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